“La respuesta es que si”, afirma, contundente, Juan Ferrario, investigador del CONICET y a cargo del laboratorio de Neurobiología de la enfermedad de Parkinson en el Instituto de Biociencias, Biotecnología y Biología traslacional (iB3) de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, dedicado desde hace varios años a desentrañar la relación entre yerba mate y sus efectos sobre el sistema nervioso.
“Sabemos desde hace muchos años que el mate contiene cafeína y la cafeína es el mayor psicoestimulante que consumimos en el mundo los seres humanos; esto está ampliamente difundido y estudiado, y efectivamente tiene efecto sobre el cerebro”, explicó Ferrario.
Entonces, cuando tomamos mate, continuó, podemos inferir que la cafeína “nos despierta, activa el funcionamiento del cerebro y nos da una sensación de mayor energía”.
Pero además, podrían existir más factores que generen sensación de bienestar. “De manera secundaria, el mate produce además sensaciones placenteras para la persona que lo está ingiriendo. Esto puede tener que ver con la cafeína o con la existencia de algún otro principio activo que estimule esas sensaciones o puede tener que ver simplemente con el hecho de estar realizando una actividad que sabemos que es placentera y esto exacerba nuestro propio placer”, expuso el investigador.
Ferrario indicó que “cuando se preguntó en una encuesta sobre “¿qué sentís cuando tomás mate?, la mayor cantidad de respuestas tuvo que ver con sensaciones placenteras”. Recordó que “es sabido que cuando hacemos una actividad que nos genera placer, al volver a repetirla sentimos el placer y de hecho, el placer se siente incluso antes de estar ejecutando esa actividad”.
Entonces, agregó, “tenemos un efecto directo que es el de la cafeína, que produce a su vez una mayor estimulación de dopamina, y uno indirecto que, podría estar mediado por algún principio activo presente en la yerba mate que aún no conocemos, por el solo hecho de ejecutar la acción de tomar mate, o bien por las dos cosas”.
Preguntamos a Ferrario: ¿Cuándo habla de sensaciones placenteras, a qué se refiere, qué siente el que toma mate, se distiende, se relaja, tiene más energía? “La mayor cantidad de palabras utilizadas por las personas al ser consultadas sobre qué sienten al tomar mate, giran en torno a sensaciones placenteras: confort, compañía, placer, descanso, energía, armonía…”, contestó, “esto es un hecho subjetivo, pero es lo que la gente siente !”.
Detalló que “nuestro cuerpo responde frente a las experiencias de dos maneras: una es si lo que hacemos impacta directamente sobre nuestra neuroquímica, por ejemplo: si consumimos una bebida alcohólica, sabemos que las moléculas de alcohol tienen un efecto sobre el cerebro (desinhibición y somnolencia), pero a su vez, todo lo que hacemos tiene una respuesta del sistema endógeno, la respuesta propia de nuestro cerebro que tenemos, que es el sistema de placer y recompensa, como por ejemplo al mirar una comedia, uno no recibe ningún estímulo químico externo, pero, sin embargo, se ríe, tiene una sensación placentera en ese momento. Es decir: las respuestas frente a lo que hacemos, tomamos o comemos, es la suma de que si esto que hicimos tiene un efecto directo sobre el organismo o si es nuestro propio organismo que nos está generando una sensación de placer”.