Espejito, Espejito
Motivación

Espejito, Espejito

¿Cuál es tú hijo preferido? ¿a quién le querés más?

A los que somos padres de más de un niño, solemos escuchar estas preguntas cada tanto, sobre todo en boca de ellos mismos. Y seguramente el hijo que en ese momento nos hace ese cuestionamiento, esta esperando escuchar su nombre. Todos deseamos ser los más amados por lo menos por alguien.

Dios ama a todo el mundo en general, pero te ama a vos de una manera particular, en los evangelios muchas veces se hace referencia a la manera de amar de Jesús, amó al joven rico, amó a Lázaro y a sus hermanas, amaba a sus discípulos, y entre ellos estaba Juan, él sabia que Jesús lo amaba, de hecho, se describe a si mismo como el discípulo al que el Maestro amaba.

Y uno de sus discípulos, al cual Jesús amaba, estaba recostado al lado de Jesús. Juan 13.23

Seguramente si Juan nos entregara una tarjeta de presentación de si mismo, no diría apóstol, no diría escritor de evangelio, se presentaría como el discípulo que Jesús amaba.

Tanto es así que saberse amado cambió hasta su esencia, el paso a ser llamado el apóstol del amor.

Como serian nuestras vidas, como cambiarían si empezamos a vivir, conscientes de que somos los discípulos que el maestro ama con locura, y que amar de esa manera lo llevo a morir para salvarnos.

En sociología hay un fenómeno que se estudia con el nombre de la Teoría del Yo Espejo, propuesta por Charles Cooley.

La visión que tiene otra gente de nosotros construye, cambia y mantiene nuestra propia imagen de nosotros mismos; habiendo aquí una interacción entre cómo nos vemos nosotros mismos y como nos ven los demás. A través de estas interacciones, las personas desarrollan una idea sobre quienes son.

Si por ejemplo estamos haciendo algún trabajo y nuestro hijo quiere ayudarnos en lo que estamos haciendo, aunque sea para él un juego, y nosotros les decimos que salga, por que es un inútil, que no sirve para nada. Ellos van a creerse que eso es así. Que son unos inútiles que no sirven para nada.

Nos convertimos en eso que nos dicen.

Imaginemos ahora por el otro lado, como crecerían nuestros hijos si reforzamos en ellos el amor que les tenemos, estaremos reforzando el carácter en ellos.

Y así lo hace nuestro Padre celestial, nos ama de tal manera que entrego a su único Hijo, por amor a vos, por amor a mí.

Mas allá de lo que nos digan en la redes sociales, más allá de lo que te digan los que te rodean Dios te ama, sos el discípulo que el Padre ama

Y ese amor que nos tiene se refleja constantemente en las palabras de la Biblia.

Hace tiempo el Señor le dijo a Israel:
«Yo te he amado, pueblo mío, con un amor eterno.
Con amor inagotable te acerqué a mí. Jeremías 31.3

Dios nos ama, y nos acerca a el con su amor inagotable.

Que el yo espejo sea haga más fuerte en vos. Que la voz de Dios sea más fuerte en tu interior que aquellas voces que te rodean y te dicen que nadie te quiere.

Sos el discípulo al que el Maestro ama.