Señor lector, ¿nunca pensó en que siempre escuchamos excusas en el tema tránsito?
Si a alguien le llega una multa por cruzar en rojo un semáforo, ¿no escuchó decir cosas como las siguientes? “No lo vi”, “el verde es muy corto”, “solo quieren cobrar”, “total no viene nadie, no sé cuál es el tema”.
Otra perla también es la velocidad, en otra columna les hablaré de ella, pero tomemos casos extremos. No hablemos de que el límite era 60 y pasó a 62, de eso no vamos a hablar hoy. Sino que vamos a pensar en esos que en una ruta que pasa por el medio de un pueblo como Eldorado, como Capioví, como tantos otros de nuestra provincia, pasan a 100 y oh por casualidad hay un control de velocidad y después les llega una multa. ¿Cómo actúan?
Acaso dicen “la verdad me pasé de la raya”, “fui imprudente”, “fue algo peligroso” … ¡Nah, ni por recomendación divina! Vamos a hacer un mea culpa querido lector, no decimos eso. Lo más seguro es que digamos “que ganas de chorear que tienen” “esto es todo un curro” “estos ladrones seguro que es un negociado de ellos”. No todo será trigo limpio, pero con sinceridad, si les pasó, ¿fueron a preguntar cómo es el procedimiento para que se puedan llevar a cabo esos controles? ¿se puso a averiguar, según la Ley, de qué organismo depende?
Los escucho, estoy seguro de que les vino a los labios: “¡Vialidad no lo autorizó!” ¿pero leyó la Ley 26.363? Esa es la Ley que regula quién debe autorizar esos controles automáticos.
O saquemos eso, supongamos que tienen la razón en todos esos casos y es todo un gran robo organizado, reiteraré el “supongamos que tienen razón”. Pero, pensemos en otra cosa, si les agarran con el seguro vencido ¿va a decir “tiene razón Señor Inspector, pude haber lesionado a alguien y no poder haber pagado sus lesiones” o más seguro empezará a pensar que el Inspector es un hijo de una señora ligerita de cascos?
O tiene la Verificación Técnica vencida va a pensar “es verdad, es imposible determinar si mi vehículo es medianamente seguro o es una batata, entonces para cuidar que el peligro en conjunto no aumente, me sacan el vehículo” o va a empezar una suerte de encadenado de refunfuños pensando que más o menos fue un complot para arruinarle el día, hacerle pasar un mal trago y para encima sacarle dinero. ¿Qué actitud va a tomar usted Señor lector? Va a dar excusas o va a hacerse cargo de sus actos riesgosos.
Si decide dar excusas, nunca cambiará la realidad del tránsito, nuestra provincia seguirá llamándose “colorada” pero por la sangre que cubre el asfalto, no por el color de la tierra. Si decide hacerse cargo, poco a poco iremos cambiando esa realidad trágica.
«Excusas y más excusas» por Ramiro M. D. López.
Mtr. en Tráfico, Movilidad y Seg. Vial.