¡Sí señor lector! Hay perros que conducen y le digo una más… ¡van a escuelas de manejo! Ya nos ganaron como sociedad en general porque estamos seguros que todos estos perritos pasaron por una escuela de manejo y tomaron clases, ¿nosotros podemos decir lo mismo?
Si tomamos la Ley de tránsito podríamos decir que si porque ella exige que antes de acceder a una Licencia de Conducir: pasemos por una escuela de manejo pública o privada, hayamos asistido a un curso teórico-práctico de educación para la seguridad vial y rendir un examen teórico de conocimiento, un examen teórico-práctico sobre detección de fallas de los elementos de seguridad del vehículo y un examen de idoneidad conductiva.
Pero siendo sinceros queridos lectores, ¿pasa todo esto antes de que obtengamos una licencia de conducir en todos los casos? Pues… la respuesta debiera ser un sí rotundo porque en nuestra provincia estamos adheridos a esa Ley y prácticamente todos los Municipios también lo están, además de que esa misma normativa los designa como “Autoridades de aplicación y comprobación de la norma”.
¿Qué significa eso? Que las jurisdicciones que hayan adherido a esa normativa se obligan a sí mismas a hacer cumplir todos y cada uno de los artículos de esa normativa, es llamativo por lo menos, ¿no le parece?
Es llamativo que no pase, es llamativo también que no le importe a la mayoría de las personas. Porque cuando muere alguien, peor si es cercano a nosotros, nos quejamos, exigimos un cambio de fondo, pedimos que “hagan algo”. Ajam, pero si le dicen “tiene que hacer 40 horas de curso y rendir 3 exámenes distintos que si falla en alguno tiene que hacer todo de nuevo”, quiero ver cómo reaccionarán todos ustedes. ¿Dirían quizás “está bien, es una actividad muy riesgosa, tenemos que saber llevarla a cabo de forma segura”? o quizás sería algo más del estilo “estos hijos de… ¿tanto tiempo? ¿y para que quiero saber eso yo?”.
Todo tiene su razón de ser: no hace falta que sepa cómo reparar una pieza del vehículo, sino que al poder decir “tengo una falla en el vehículo, debo ir al taller”; no hace falta que usted sea un piloto de carreras, pero si que pueda hacer una maniobra de emergencia para evitar un choque que cuesta una vida; no hace falta que pueda recitar el párrafo tercero del artículo 68 de la Ley 24449, sino que entienda por qué es obligatorio un seguro.
Como sociedad es hora de pensar en que algunas cosas son necesarias si queremos dejar de decir “viste que chocó fulano, que murió mengano”, pero eso es nuestro trabajo, no de un ente que flota por el aire que llamamos Estado, es su trabajo y el mío que las cosas cambien.
Ramiro M. D. López
Mtr. en Tráfico, Movilidad y Seg. Vial