«Esta herramienta permitirá fortalecer el programa DetectAr, facilitará el aislamiento de los casos confirmados y contribuirá a aliviar la tarea de los laboratorios de biología molecular de las jurisdicciones», dijo el ministro de Salud de la Nación.
Un test de antígenos, que permite detectar si una persona tiene coronavirus en no más de 20 minutos, fue aplicado por primera vez en Argentina este miércoles al mediodía a vecinos del partido bonaerense de Florencio Varela en un operativo sanitario encabezado por el ministro de Salud, Ginés González García, y su par de la provincia de Buenos Aires, Daniel Gollán.
El test de antígenos es una nueva herramienta que permite obtener el resultado entre 15 y 20 minutos con la ventaja de que no requiere ningún equipamiento especial, tanto para el procesamiento de las muestras, como para la evaluación y lectura de sus resultados.
Por todas estas características, las pruebas de antígenos son ideales para ser utilizadas en abordajes de puntos de atención para la evaluación sistemática y simultánea de un gran número de individuos, con mayor celeridad en los testeos.
En el país hay unas seis pruebas rápidas de antígenos, autorizadas por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), cuya sensibilidad oscila entre el 85 y el 95 por ciento, según la tecnología utilizada para su desarrollo, y su especificidad entre el 94 y el 100 por ciento.
El ministro de Salud, Ginés González García, resaltó hoy que «la aplicación de una innovación para acelerar y potenciar el operativo Detectar para identificar a las personas con la enfermedad lo antes posible y cortar las cadenas de contagio lo antes que se pueda».
«Uno de los problemas de los operativos de búsqueda de contagio tal como se hacían hasta ahora con la tecnología PCR es que una vez que se tomaba la muestra con el hisopo esta iba a un laboratorio para procesarla y eso tenía una demora que costaba tiempo para tomar decisiones sobre el caso», precisó.
El funcionario destacó que se aplica «por primera vez en Argentina una tecnología que a nivel mundial se empezó a aplicar hace unas semanas; hay seis test de este tipo que aprobados por ANMAT y consisten en un tubo con una solución que de acuerdo con el color que toma determina si la persona tiene la infección o no».
«Esta tecnología simplifica las tareas de rastrillaje y potencia significativamente el plan Detectar que para nosotros es, junto a las medidas preventivas que todos conocemos, una de las herramientas principales para reducir la circulación del virus como vemos que comienza a suceder ahora en la provincia de Buenos Aires», resaltó.
«Estas primeras muestras tuvieron para nosotros un costo aproximado de 400 pesos cada una, mientras que los test PCR tradicionales tiene un valor cinco veces superior», indicó Gines.
El ministro refirió que aparecen en el resto del país «una cantidad importante de casos», que se siguen de cerca, por lo que señaló que «esta tecnología estará disponible en todas las provincias».
González García precisó que esta tecnología «no solo acelera los testeos sino que también los abarata», ya que los test «tienen un costo de unos 400 pesos, mientras que un PCR cuesta cinco veces más», aunque aclaró que «no va a reemplazar a los PCR, pero va a ser complementaria», concluyó González García.
El ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollan, resaltó: «para nosotros es una herramienta clave porque venimos con un esfuerzo enorme, que comenzamos enviando muestras al Malbrán, luego con seis laboratorios en la provincia y ahora ya son 58; estamos haciendo un promedio de 11.000 testeos PCR diarios con picos de 15.000 y esta tecnología nos da una mayor capacidad de procesamiento, pero sobre todo la posibilidad de tomar decisiones en el mismo momento en el que se toma la muestra para saber si aislamos o no a esa personas».
Gollan sostuvo que esta tecnología «agrega mucha más capacidad operativa» y aseguró que después de la prueba piloto en Florencio Varela «estará disponible para toda la provincia de Buenos Aires», y estimó que también «para todo el país», ponderó.
El funcionario sostuvo que «en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) hay algunos datos alentadores» que «se toman con pinzas», pero que «epidemiológicamente» daría tranquilidad si se registraran «tres semanas consecutivas de un descenso significativo y constante de la curva de contagios como para tomar medidas más audaces en cuanto a la apertura de actividades»
«Mientras tanto venimos observando una caída importante en la ocupación de camas, sobre todo en las camas de terapia intensiva e intermedia por casos Covid-19, aunque esta es una tendencia de los últimos diez días y hay que ver como evoluciona en las próximas dos o tres semanas», agregó.
En cuanto a la vuelta a clases, Gollan dijo no considerar que sea el momento «de abrir escuelas, por mas protocolos que haya», aunque sostuvo que «si se sostienen estos números se puede empezar a pensar en otras alternativas en el AMBA».
«Mientras tanto estamos diseñando un nuevo sistema de derivaciones para los municipios del resto de la provincia, donde, como era previsible, ahora empezaron a subir los casos y hay que pensar en una estrategia para poblaciones que no son tan concentradas como las del conurbano pero que tienen mucho mayores distancias entre los servicios de Salud», concluyó Gollan.
El operativo sanitario se desarrolló en la Sociedad de Fomento del barrio Chacabuco y contó con la participación del intendente de Florencio Varela, Andrés Watson; el secretario de Calidad en Salud, Arnaldo Medina y la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, entre otros funcionarios.