Las manos de mi madre
Motivación

Las manos de mi madre

Las manos de mi madre
Parecen pájaros en el aire.
Historias de cocina
Entre sus alas heridas de hambre.
Las manos de mi madre
Saben que ocurre por las mañanas
Cuando amasan la vida
Horno de barro, pan de esperanza.

Como pájaros en el aire (Peteco Carabajal)

 

 

Según la Tradición Judía cada comienzo del sábado (Shabat), se recita el poema de la MUJER VIRTUOSA que se encuentra en el libro de Proverbios.

Es una manera de agradecer a Dios, la bendición que representan para cada familia, contar con una madre como ella.

¿Quién podrá encontrar una esposa virtuosa y capaz?
Es más preciosa que los rubíes.
 Su marido puede confiar en ella,
y ella le enriquecerá en gran manera la vida.
 Esa mujer le hace bien y no mal,
todos los días de su vida…

…Está vestida de fortaleza y dignidad,
y se ríe sin temor al futuro.
Cuando habla, sus palabras son sabias,
y da órdenes con bondad.

En la biblia, encontramos muchos ejemplos de estas mujeres y madres que han sido a través de la historia inspiración, para Salomón, cuando recopilo este hermoso poema, entre ellas a María, la madre de Jesús.

En las bodas de Caná de Galilea, María se puso en el lugar de esos padres, que festejaban el día mas importante de su hijo, sabia de la vergüenza que ocasionaría para esa familia, que se quedaran sin vino en la fiesta. Y además transforma en acción sus palabras, se pone en marcha, y pide a Jesús que les de una solución. Porque sabia a donde acudir en busca de ayuda

A los que servían en la casa, les da un consejo, HAGAN TODO LO QUE EL LES DIGA, un consejo de madre que llega hasta nuestros días.

Hagan lo que Jesús les diga, María se corre a si mismo de la escena, y deja a Jesús ocupar su lugar central en la historia de la humanidad, el comienzo del ministerio transformador del mundo, comienza con un consejo de madre.

En el monte de la trasfiguración después que Jesús se entrevista con Moisés y Elías se oye la voz del Padre diciendo: Este es mi Hijo amado en quien tengo complacencia, A ÉL OID.

Dos momentos en la historia con un mismo consejo:

Escuchen y hagan lo que Jesús les dice.

Una madre que nos presenta a Cristo, una madre que nos conduce hacia Él, es la mayor bendición que podemos tener en nuestras vidas, es sin lugar a dudar, la personificación perfecta de la mujer virtuosa.

Hijo mío, presta atención cuando tu padre te corrige;
no descuides la instrucción de tu madre.
Lo que aprendas de ellos te coronará de gracia
y será como un collar de honor alrededor de tu cuello.