A raíz del caso de Antonella, otra familia de Eldorado hizo público su caso. Temen que la Jueza decida dar en adopción al niño que hace más de un año y medio tienen a su cargo.
Karina Cabañas y Pedro Silva, padre de corazón de Juampi, escribieron una carta para dar a conocer el momento que están atravesando.
Carta abierta «Cuando te castigan por amar a un hijo…» (Textual)
Realmente la justicia a veces te sorprende…Cuando uno piensa que lo ha visto todo aparecen casos como el de Juampi y Antonella.
Juampi nuestro hijo, no es un niño como los de su edad, el todavía no puede correr libremente por las plazas o los patios de la casa. Él solamente se puede parar utilizando unas valvas que le dan firmeza a sus pies, y jugar con sus autitos, pintar con su hermana; pintar a su manera.
Gritar de felicidad cuando ve llegar a su Tata, su hermana mayor. O gatear (con casi 2 años) hacia la ventana donde ve feliz llegar a Mamá o Papá con el auto, tocando la bocina, solo para ver una de las sonrisas más lindas del mundo, ya que le encantan los autos. Juampi a lo mejor no va a ser un gran deportista, porque tal vez deba usar apoyo ortopédico para poder desplazarse…Pero nuestro Juampi es un valiente, se bancó estar inmovilizado con el arnes de Pavlik desde que nació, cuando los demás bebés de su edad podían mover libremente sus piernas, agarrarse los pies y llevarlo a la boca como muchos niñitos lo hacen; nuestro Juampi eso, no lo vivió. Juampi viajó mucho a Posadas (desde marzo del 2019) con Mamá, Papá y su Mamá biológica,también iba su hermana entreteniéndolo para que no llore y acompañándolo para ver qué decía el doctor, tal vez esa vez diría, sí Juampi mejoró. Pero no fue así…
Pero nuestro Juampi es un valiente, con solo 8 meses enfrentó una cirugía (autorizada por el Juzgado de Familia y su Mamá biológica en septiembre de 2019, quedando desde ahí a nuestro cuidado) de caderas, fémur y pie bot, para luego estar prácticamente 6 meses enyesado sin poder moverse, gatear, comenzar a pararse como ya lo hacían los niños de su edad. Cuando Juampi despertó de la anestesia llorando, ahí estaban Mamá y Papá, para darles los mimos y mitigar su dolor y sus miedos. Mami le cantaba muy despacito al oído: estrella que brillas más… y se calmaba, mientras Papi lo acariciaba. Y así mientras duró la internación Mami y Papi se turnaban para cuidarlo, mientras sus hermanas, abuelas, tíos, primos; y su Mamá y hermanitos biológicos preguntaban cómo estaba… Había que amañarse y perder el miedo de alzarlo enyesado.
Y allí estuvimos con nuestro valiente Juampi, había que bañarlo cuidando que no se moje el yeso, había que aprender a cambiar su pañal sin que se ensucie el yeso, teníamos que levantarnos por las noches y cambiarlo de posición porque se cansaba y solo no podía moverse, había que reformar sus ropas, no podía usar las mismas ropas que los demás bebés, había que adaptar los autos para transportarlo; y ahí estábamos Mami, Papi y toda la familia para atenderlo, mimarlo y cobijarlo.
Teníamos que viajar a control médico con nuestro Juampi enyesado, ya sea al traumatólogo infantil, al pediatra o a la endocrinóloga infantil. Pero no hubo caso, sus pies no respondían y no responden. Entonces Juampi fue a interconsulta con el neurólogo infantil, y luego derivado a la kinesióloga.
Con la kinesióloga comenzamos a ir y vamos con Juampi dos veces a la semana donde hace ejercicios para fortalecer los músculos de las piernas y caderas, tratar de reactivar la sensibilidad en los pies para que pueda moverlos, lograr el apoyo correcto y así lograr mejorar su salud, porque como ya les dije más arriba, él no camina, pero estamos tratando. Dónde dicen los especialistas que lo llevemos, ahí vamos con nuestro valiente Juampi, para brindarle una mejor calidad de vida, con lo que le tocó venir a este mundo, y con lo que vamos a tener que luchar por
mucho, mucho tiempo…Si es que no le toca vivir con esa dificultad durante toda su vida…
Pero ahora además de esta lucha que lo hacemos con gusto, por amor y todos los días para mejorar su calidad de vida, porque los ejercicios terapéuticos que hace Juampi en sus sesiones kinesiológicas, hay que hacerlos en casa todos los días y varias veces al día… Hay otra lucha desagradable, impensable e irracional a la que hoy debemos enfrentarnos nuestro valiente Juampi y nosotros su familia, sí. Nos quieren sacar a nuestro valiente Juampi, quieren destruirlo a él y a su familia. Quieren tirar por tierra todo su esfuerzo, todo lo que pasó; todo lo que pasamos, todo lo que nos esforzamos, todo lo que nos amamos.
¿Por qué? ¿Por qué?… ¿Será porque lo amamos, lo ayudamos, lo protegemos y tratamos de darle una mejor calidad de vida? Sí, porque nuestro valiente Juampi tiene que usar un andador ortopédico posterior para poder caminar…
Mamá, Papá, las hermanas, las abuelas, las primas y Mili (su kinesióloga) lo alientan en cada pasito que logra dar, pero no puede dar muchos porque nuestro valiente Juampi no tiene la fuerza en las piernas para lograrlo. Pero para nosotros su familia lo que él logre siempre será festejado porque le tocó ser valiente, con una familia valiente que lo dio y lo va a dar todo por él. Y sabemos que nuestro valiente Juampi cuenta con una sociedad valiente que va a salir a defenderlo, de los que lo quieren lastimar alejándolo de Mamá, de Papá, de sus Hermanas y toda
su familia…
Porque nuestro valiente JUAMPI YA TIENE UNA FAMILIA Y SOMOS NOSOTROS.
Pedro Silva y Karina Cabañas (padres de Juampi)