«Con la incorporación de árboles nativos a la chacra no solo estamos incorporando beneficios para el cultivo de yerba mate sino también para toda la cuenca”. De esta manera, el ingeniero Sergio Rigueresman, del Servicio de Extensión Yerbatero del INYM, explicó los alcances de los trabajos que viene realizando junto a productores de la zona del Alto Uruguay, en Misiones, para lograr una buena productividad.
El INYM, junto a la Fundación Hora de Obrar, promueve la presencia de árboles nativos en los yerbales, como cortina o como parte de la misma superficie productiva, para contribuir a la mitigación del daño del sol, la lluvia y las heladas; el equilibrio ambiental, la infiltración de agua en el suelo y el control natural de plagas y enfermedades.
En lo que va del presente año, 2022, fueron entregados más de 6000 plantines forestales nativos a productores del Departamento de 25 de Mayo.
Agua, central en la producción
“Los beneficios ecosistémicos que traen aparejado los árboles son muchísimos, tanto por encima de la superficie como así también donde no se ve, en el suelo”, indicó Rigueresman. “Van desde la captación de carbono, mitigando el cambio climático, a su intervención en el ciclo del agua, ya que favorecen la captación de agua de lluvia, su infiltración en el suelo, una mayor retención y recarga de las napas; además, constituyen una barrera para el efecto del viento y el arrastre de humedad”, ilustró.
“Los árboles y la sistematización del suelo, devuelven o buscan recomponer la estabilidad natural del sistema, generando un balance hídrico positivo, que impacta directamente en las vertientes, otorgando una fuente de agua de mejor calidad, de mayor caudal y con continuidad a lo largo de todo el año”, enfatizó el profesional en una reciente charla con los productores.
Rigueresman hizo notar que “entre las especies estratégicamente plantadas, asociadas a las vertientes de agua, predominan las frutales adaptadas a suelos poco profundos y que desarrollan gran densidad de raíces, porque además, con sus flores y frutos, abejas y aves, además de otros animales”.
Hubner, productor ecológico
Uno de los productores que abrazó esta modalidad de producción es Eduardo Rubén Hubner, de Picada Libertad.
“Se está volcando a la producción orgánica en la yerba y utiliza fitosanitarios en los otros cultivos; es un productor diversificado”, contó Rigueresman. Tiene 4 hectáreas de yerba mate, “donde decidió no utilizar más herbicidas y se volcó al manejo de cubiertas verdes, como raigras, avena negra y nabo forrajero, y tira los residuos de otras plantaciones, las incorpora al suelo para que sirvan de abono”, detalló, elogiando el manejo sustentable que se realiza.
Hubner “viene trabajando en economía circular; realiza aplicaciones de enmiendas orgánicas y ahora también plantará árboles nativos, enriqueciendo aún más el espacio territorial y asegurando la presencia del agua en el tiempo”, concluyó.