“Vine con mucha curiosidad; siempre me gustó aprender un poco más”, dijo Osvaldo Rodríguez, de 57 años, capataz de una cuadrilla de tareferos en Oberá, tras participar de la jornada de capacitación que brindaron el INYM y UATRE para mejorar la productividad del yerbal, en beneficio del productor y de los trabajadores rurales.
La jornada se inició muy temprano en la Cooperativa El Colono de Campo Ramón. Un total de 33 tareferos compartieron conocimientos en una clase teórica y en prácticas sobre técnicas de cosecha, seguridad y aspectos legales de la actividad, junto a los ingenieros Pablo Herrera, Gabriela Silva Dico y Cristian Olivera del Servicio de Extensión Yerbatero del INYM.
“Esto es un ida y vuelta”, explicó el ingeniero Olivera. “Hay una interacción de conocimientos entre los tareferos y los técnicos”, continúo. “El tema central es el manejo de las plantas: cosecha de rama madura, poda de formación y poda de rejuvenecimiento, o sea vamos viendo qué ramas y en qué momento cortarlas, qué herramientas y en qué condiciones utilizarlas, y todo eso en forma conjunta”, agregó.
“Es una buena experiencia”, opinó Rodríguez, el capataz de cuadrilla. “Una de las cosas que aprendimos hoy es corte parejo de sombrilla o mboreví en las plantas”, expresó, al tiempo que recalcó como muy importante que “una buena herramienta mejora la calidad del corte”.
Observó que el tarefero “tiene que tener un buen serrucho y una buena tijera” porque “de esa manera se hace un corte parejo, sin lastimar los gajos y la planta vuelve a brotar bien. No se puede ni comparar el resultado de una cosecha realizada con herramientas comunes y una cosecha con buenas herramientas”.
Carmelo Rojas, representante de los trabajadores rurales en el Directorio del INYM, quien estuvo presente, destacó el respaldo que la Institución brinda para mejorar las condiciones de trabajo y la productividad.
“Los guinches de carga y carritos de arrastre que se entregan al productor son en beneficio también de los cosecheros, es decir que en este caso se armoniza a los dos eslabones”, dijo.
Cada uno de los cosecheros rurales recibió serrucho, tijera e indumentaria de trabajo (pantalón, camisa, botas, guates y gafa). “La capacitación es una herramienta muy importante; si bien los trabajadores son conocedores de su actividad, siempre aprenden un poco más sobre nuevas técnicas para formar y fortalecer las plantas, y además reciben otro tipo de apoyo que son las herramientas e indumentaria”, ponderó Rojas. “Por eso acompañamos también la fijación de un buen precio para la materia prima, porque si el productor tiene buen precio y se cumplen los valores, también mejoran las condiciones de de trabajo en la cosecha”, concluyó.
Además de los nombrados, estuvieron presentes Nelson Dalcolmo, director por Productores en el INYM; Roque Pereira, dirigente de la Asociación Civil Tareferos de la Zona Centro y Matías Bazila, jefe del Servicio de Extensión Yerbatero del INYM.
Las capacitaciones a tareferos continuarán en agosto, con la misma temática, los días 25 en Garabí, 29 en Garruchos, 30 en Leandro N Alem y 31 en San Carlos. Luego, en septiembre, los días 6 en San Pedro, 7 en Gobernador Virasoro, 8 en San José, 9 en Jardín América y 13 en Montecarlo.