Misiones cerró el 2020 como la provincia donde se produjo la mayor reactivación económica del país, a partir del cierre de fronteras por el coronavirus, con un mes de diciembre donde los negocios explotaron de clientes y ventas para Navidad y Fin de Año.
Por eso, el gobernador Oscar Herrera y Ahuad volvió a la carga para pedirle al presidente Alberto Fernández que reflote el proyecto que declara a Misiones como territorio aduanero especial, con un tratamiento impositivo diferente que le permita rebajar impuestos como el IVA o Ganancias, equiparando la presión fiscal con Paraguay y Brasil
El gobernador tejió un acuerdo con las principales cámaras y sectores empresariales para que, a cambio de los beneficios impositivos nacionales, se establezcan metas de incremento en las inversiones y la generación de trabajo. También puso en marcha un plan para radicar inversiones en tecnología con un nombre ambicioso: Silicon Misiones.
Hay que tener en cuenta que el «milagro» económico de Misiones se explica por la inédita situación de tener las fronteras cerradas con estos dos gigantes fronterizos desde marzo, lo cual impidió que el dinero se fugue a ciudades como Encarnación, Ciudad del Este y una docena de localidades del otro lado del río Paraná, donde los precios con frecuencia son más baratos -aún con un peso depreciado-, por la menor presión impositiva y de cargas laborales de ese país.
La fuga de divisas también se da con las compras que los argentinos hacen en Brasil, que cuenta con un régimen de tiendas libres de impuestos y otros incentivos para competir con Paraguay.
Ventas navideñas récord
«Las ventas de Navidad crecieron un 50 en facturación en 2020 respecto al año pasado, cuando a nivel país tuvieron una caída en la facturación del 10%», comentó el ministro de Hacienda de Misiones, Adolfo Safrán.
En efecto, según CAME, las ventas minoristas de Navidad a nivel nacional registraron una caída promedio en facturación del 10,1%. En Misiones, en cambio, todos los indicadores de actividad económica son positivos, por encima de la inflación y por encima de la actividad registrada antes de la pandemia.
La Confederación Económica de Misiones (CEM), difundió un sondeo que realizó entre 500 negocios en toda la provincia que arrojaron para diciembre un crecimiento de 28% en las ventas, medidas en cantidades; y un 56% en facturación, respecto al último mes del 2019.
«Misiones padece un fenómeno único a nivel nacional: posee el 90% de sus fronteras con Brasil y Paraguay y solo el 10% con Corrientes. Si se la dota de las herramientas necesarias puede generar más recaudación en los tres niveles, incrementar el empleo registrado y generar divisas tan necesarias para el país», dijo Alejandro Haene, titular de la CEM y experto en temas impositivos.
Otro dato elocuente del boom económico que vive Misiones es la recaudación de la Dirección General de Rentas. Hace dos semanas se conocieron los datos de la recaudación impositiva, que creció 100% o más cada mes desde julio pasado, inclusive. En noviembre la provincia recaudó $3669 millones; esto es, más que Corrientes, Chaco y Formosa juntas. Entre enero y noviembre Misiones aumentó 77% su recaudación en comparación con 2019, cuando la segunda mejor provincia es Córdoba, con un 31,9%, según un análisis que realizó la consultora Politikón Chaco.
El veto presidencial y la apuesta local
Hace 20 días, el presidente Alberto Fernández vetó el artículo 123 del Presupuesto Nacional que preveía la creación de zonas aduaneras especiales en regiones de frontera. Ese artículo había sido negociado cuidadosamente entre Misiones y la Nación, pero a último momento el Presidente lo eliminó de un plumazo, privilegiando las urgencias fiscales.
A pesar de la gran decepción que se generó por ese veto en Misiones, el gobernador evitó entrar en conflicto con el gobierno nacional: en la última semana de diciembre, los diputados misioneros le dieron a la Casa Rosada cuatro votos decisivos para sancionar la cuestionada reforma en la fórmula de actualización de las jubilaciones.
En Misiones quieren mostrar este crecimiento económico insólito para un año de crisis y, sobre todo, demostrar en los despachos de Buenos Aires que bajando impuestos se puede recaudar más y generar más actividad económica y empleo.
Se trata de una vieja quimera del desarrollo productivo, que nunca se lleva a cabo por las continuas urgencias fiscales de la Argentina, que desde 1961 tuvo déficit fiscal en todos los años salvo en el período 2003-2008, según un trabajo de IDESA.
En marzo de 1990, se inauguró el puente Roque González de Santa Cruz, que une a Posadas con Encarnación, y es el segundo o tercer paso fronterizo del país detrás del aeropuerto de Ezeiza y el puente Tancredo Neves, que une Iguazú con Foz.
En la provincia hacen cuentas y señalan que ese año no existía el impuesto al cheque, los trabajadores no pagaban Ganancias, el IVA era del 13% y había menos de un tercio de la cantidad de jubilados actuales, lo cual permitía que el sistema se financiara en gran parte por los aportes de empleados y empleadores y no con más impuestos para fondear a la Anses.
Por eso Misiones quiere mostrar los números de su notable resurgimiento y ofrecerse como un laboratorio para una política distinta. «Con la frontera cerrada se potenció mucho la economía, si nos dan las herramientas necesarias vamos a ser una provincia modelito, un relojito en cuanto a la actividad económica y el dinamismo que vamos a tener. Tenemos una gran diversificación económica, con foresto industria, industria yerbatera, tealera, piscicultura, agroindustria, pequeños emprendimientos agrícolas, turismo», explicó Sergio Bresiski, titular de la Cámara de Comercio e Industria de Posadas y empresario de materiales para la construcción.
Bresiski es uno de los empresarios que se está reuniendo periódicamente con colegas de todos los sectores para generar un debate sobre lo que la provincia podría llegar a ser si se le dan beneficios impositivos para competir con los países limítrofes.
«Tenemos que generar un cluster empresarial y tener resuelto qué provincia queremos para el 2030, en qué vamos a invertir, qué sectores nuevos vamos a crear y qué herramientas del Estado vamos a necesitar, más allá de lo impositivo. No queremos un veranito, algo puntual, queremos cambiar la historia y generar algo distinto», explicó Bresiski.
Por: Martín Boerr – La Nación