Después de 15 años, las Cataratas del Iguazú mostraron su caudal más bajo de agua, una postal atípica.
Pero ahora, la situación se agravó. No sólo la falta de lluvias que ocasiona una importante sequía en la región son las responsables de esta anomalía. Las empresas generadoras de energía eléctrica de Brasil, ante la falta de agua, cerraron sus compuertas. En el curso del río están las de Salto Osorio (1975), Foz de Areia (1980), Salto Santiago (1980), Salto Segredo (1992), Caixas (1999) y Baixo Iguaçu (2019), ubicada a sólo 30 kilómetros del parque turístico nacional, pese al riesgo ecológico que advirtió la Unesco.
Esto ocasionó, además, la bajante del río Iguazú. Pero la pérdida de caudal del río no solo dejó al principal centro turístico del noreste argentino sin su habitual belleza, también afectó la provisión de agua potable en Puerto Iguazú, en medio de la pandemia de coronavirus.