No pierdas la esperanza
Motivación

No pierdas la esperanza

Muchos siguen el rumbo, no bajan los brazos, continúan a pesar de las pérdidas o circunstancias de la vida.

Tal es el caso de que la surfista Bethany Hamilton fue atacada por un tiburón en la costa de la isla de Kauai, en Hawai.

Tal vez conozcas su historia. En octubre de 2003, cuando tenía trece años de edad, perdió su brazo izquierdo desde el hombro en boca de un tiburón tigre de cuatro metros. En esa época ella ya era una campeona en el surf amateur, pero el surf era más que un hobby para Bethany; era su meta profesional. Había estado compitiendo desde los ocho años y tenía toda la intención de volverse una profesional.

Pero después de ese catastrófico accidente, ¿Cómo puede alguien esperar a tener una carrera como surfista? Bethany fue herida un martes, y en cuanto ella y su familia supieron con alivio que iba a sobrevivir, todos inmediatamente pensaron en cómo iba a afectar eso su habilidad para surfear.

Perder un brazo hizo que Bethany y todos a su alrededor asumieran que nunca más iba a poder perseguir su meta. Hablaron de carreras alternativas, como fotografía del surf. Y seriamente discutieron otras opciones por dos días enteros. . “Para el sábado —cuenta Bethany— cambié mi opinión y empecé a pensar otra vez en surfear”. Se rehusó a abandonar su sueño, y estaba ansiosa por intentar surfear otra vez en nuevas circunstancias. Todo el mundo sabe que se necesitan los dos brazos para surfear. Los surfistas utilizan ambos brazos para salir del agua.

En menos de un mes después del accidente— ella y su papá fueron a surfear. “Me dije a mí misma ‘puedes hacerlo’”, escribe en su libro, Soul Surfer: “’Puedes bracear y ponerte de pie con un brazo’. Pero pronto otra voz en mi cabeza me gritaba ‘Olvídalo. Vas a fracasar’. Desconecté mi duda rezongona y me dirigí al agua”. Al principio batalló.

Le costaba aferrarse a su tabla. Luego, cuando lograba ponerse de pie, la tabla salía disparada por debajo de ella. Pero apenas en su tercera ola, descubrió la manera… Ella volvió a surfear .

Ella encontró muy rápido la técnica para surfear con un brazo, y tres meses después del accidente ya estaba compitiendo otra vez. Ganó una competencia importante en 2005, se volvió profesional en 2007 y ha seguido compitiendo desde entonces, a menudo colocándose entre las finalistas, y en 2014 ganó el Surf n Sea Pipeline Pro.

El surf nunca fue reemplazado en su vida con otra carrera, pero el accidente de Bethnay sí la llevó a algunas oportunidades adicionales que nunca hubiera imaginado. Escribió el libro Soul Surfer, y Hollywood hizo una película con el mismo nombre en donde contó su historia. También se volvió una solicitada oradora de motivación. Y su organización de caridad, Amigos de Bethany, tiene la misión de apoyar a supervivientes de ataques de tiburón y amputados en todo el mundo; y presenta inspiradoras historias de vida a través de películas, proyectos y actividades. Bethany actualmente trabaja en otra película —esta vez en un documental que la muestra surfeando en los puntos de surfeo más hermosos del mundo.

Que las  pérdidas no te impidan surfear las dificultades en la vida:

Ante momentos difíciles lo más usual es abandonar los sueños y los objetivos que nos hemos trazado. Sin embargo, la Esperanza nos puede mantener en pie. Ante todo no dejemos de creer que vendrán nuevas oportunidades.

La expectativa confiada y el anhelo de recibir las bendiciones que se han prometido. En las Escrituras se habla con frecuencia de la esperanza como la espera de que todo puede cambiar  por medio de la fe en Jesucristo, hasta inclusive la vida eterna.

La Historia de Bethany Hamilton, es el fiel reflejo de no perder la esperanza.

La esperanza está en lo más profundo de los hombres y las mujeres que aprenden de sus pérdidas. Cuando los tiempos son difíciles, eligen la esperanza, sabiendo que va a motivarlos a aprender y los va a convertir de víctimas en vencedores

“Una de las más importantes distinciones que he aprendido… es la diferencia entre optimismo y esperanza. Optimismo es la creencia de que las cosas mejorarán. La esperanza es la fe que, juntos, podemos hacer que las cosas mejoren. El optimismo es una virtud pasiva, la esperanza es una virtud activa.  No se necesita valentía para ser un optimista, pero se necesita una gran cantidad de valentía para tener esperanza”. Jonathan Sacks

Yo creo que todo el mundo es capaz de escoger la esperanza. ¿Se necesita valentía? Sí. Porque la esperanza puede ser decepcionante, aunque estoy convencido de que la valentía para escoger la esperanza siempre es recompensada.

En las escrituras hubo un hombre que se lo recuerda que no perdió la esperanza;  Abraham: «El creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así será tu descendencia». Romanos 4:18

No pierdas la esperanza, lo que te haya pasado en la vida es solamente un principio de lo que viene, el momento de dolor que te enseñará a ver las cosas con esperanza. No te permitas perderla.

 

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