Organizaciones sociales, productivas, ambientales y de Derechos Humanos pidieron al Gobernador un nuevo modelo productivo
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Organizaciones sociales, productivas, ambientales y de Derechos Humanos pidieron al Gobernador un nuevo modelo productivo

La Selva Paranaense retrocede. El pino avanza. El agua disminuye en lluvias, en humedad ambiente, en reposición de napas freáticas, en vertientes, ríos y arroyos. Los incendios se propagan. La familia rural sigue sin un destino claro al no existir indicadores superadores que consoliden el desarrollo y crecimiento productivo que las sostenga y afirme su arraigo. Enfrentamos problemas de salud vinculados por la degradación ambiental. Hay faltante de comida en la mesa de los misioneros. Importamos el 70 por ciento de los alimentos que necesitamos pudiendo producir todo en nuestro propio territorio y con ello, generar trabajo con salarios dignos para todos.

Este escenario es el que plantearon y solicitaron revertir al gobernador Oscar Herrera Ahuad esta mañana, 11 de agosto de 2022, referentes de organizaciones sociales, productivas, gremiales, indígenas, de Derechos Humanos y ambientales unidas en el objetivo de lograr un Nuevo Modelo Productivo para Misiones.

“Le pedimos al Gobernador que se prohíba, por tiempo indeterminado, la tala de árboles nativos; que limite el monocultivo de exóticas; que el Estado recupere las tierras depredadas por los empresarios forestales para destinarlas a la producción de alimentos sanos para los misioneros y que en ese marco entregue la totalidad de las tierras, expropiadas a Arauco por Ley, que le corresponden a Productores Independientes de  Piray”, dijo Hugo Sand, representante de APAM en la reunión.

“También, que resuelva la situación del té cuyos empresarios exportan en dólares, bajan agroquímicos en valor dólar a nuestras chacras y pagan un precio de miseria, 2,50 pesos por kilo de la materia prima a los colonos; que se cree el Mercado Consignatario para la yerba canchada para cuidar a los productores; que proteja la semilla de Ilex Praguariensis y de todas las especies de la Selva Paranaense, que está en riesgo de extinción, en el Banco de Semillas en Noruega que las resguarda ante una catástrofe mundial; que haya convenio de corresponsabilidad gremial universal para toda la producción misionera; que no se usen más venenos y que podamos avanzar decididamente hacia la producción agroecológica”, agregó el dirigente agrario.

La petición al Gobernador estuvo acompañada por un documento que contiene las bases sociales, ambientales y productivas propuestas para el perfil productivo y ambiental de la provincia, firmado por  Hugo Sand, de APAM; Cristian Cabrera, cacique de Perutti y coordinador de Los Pueblos Originarios en Lucha: Florencia Orlando, de Raom y Laicrimpo; Graciela de Melo, de la CCC;  Raúl Aramendy, por Serpaj; Salvador Torres, del MAM; Claudio Salvador, referente territorial del Movimiento Ecuménico por Derechos Humanos; Leandro Sánchez, por CTA y ATE; y Rulo Bregagnolo, por Grupo Ecologista Cuña Pirú y Frente Ambiental Kaapuera.

“Es urgente  frenar el avance del pino y al mismo tiempo implementar una política de apoyo que asegure la permanencia de los productores que tienen chacras que limitan con grandes extensiones de exóticas porque están siendo acorralados y más temprano que tarde terminarán vendiendo sus tierras a empresas forestales”, alertó  Torres, del MAM. “Esa situación era un tema que antes se veía solo en el norte, donde ya no hay tierras para producir alimentos y para expansión urbana porque las tierras están en manos de empresas, y ahora ese mismo escenario está avanzando en el centro este de la provincia” planteó.

Torres también propuso “crear cinturones  de producción de alimentos sanos en cercanías de las grandes ciudades en tierras que quizás puedan ser adquiridas por el Estado y destinadas a trabajadores u organizaciones sociales”.

Mbya guaraníes

Cabrera, por su parte, advirtió que la pérdida de monte y el avance del monocultivo de exóticas amenaza a los mbya guaraníes, que se están quedando con “poquita tierra”. Señaló en ese sentido que muchas comunidades carecen de título de propiedad, lo que las pone en situación aún más vulnerable.  “Como ustedes saben hay 132 comunidades y 12 mil mbyas acá en Misiones. Vengo a decir mi inquietud, que están arrasando con el monte; cada árbol que tumban los criollos, los blancos, es una gota de sangre que cae en el suelo’», recordó, como lo hizo el  9 de julio pasado, en el acto donde confluyeron las mismas organizaciones por los 20 años del Tractorazo y Hacia un Nuevo Modelo Productivo, en la plaza 9 de Julio de Posadas.  “Eso mucho daño, por todo alrededor de las comunidades que sufren de atropellamiento de empresas que están usurpando, que están llegando, que está quedando muy poquita tierra para nosotros”, expuso.

Semillas y salud

Florencia Orlando, en nombre de la RAOM y de LAICRIMPO, señaló que “no podemos hablar de salud de las personas si es que los suelos no son saludables, fértiles y vivos, si no cuidamos los ciclos del agua, del aire y de todos los seres vivientes”, y en ese sentido, definió que tenemos que “hablar de salud ecosistémico, es decir la salud como una sola salud”.

La RAOM, continuó, “surge en los inicios de los 90 preocupada por la pérdida de biodiversidad a causa del modelo agroforestal”, y en la actualidad “la agroecología se posiciona como ciencia, praxis y también como una política, es un enfoque productivo,  cultural, ambiental y social”.

La nutricionista subrayó que “es preciso pensar a la salud no solo desde el sistema de salud, o sea contando con un hospital, sino que tendremos salud cuando cuidemos los bienes comunes y esos bienes estén sanos, cuando haya condiciones de vida sana para las personas, para otras formas de vida y para la producción de alimentos”. Vinculado a ello, Orlando enfatizó que “la alimentación tiene que ser sana para todas y todos, y no simplemente para quienes puedan pagarlo, sobre todo en una provincia que es Capital de la Biodiversidad”.

“La base de la alimentación –prosiguió– de todos los seres vivos son las semillas nativas, criollas e indígenas y para que haya soberanía alimentaria los pueblos deben ser, consultados e incorporados en las decisiones que se van a tomar acerca de sus propios territorios y que las semillas estén en manos de la comunidad para ser multiplicadas y al servicio de la humanidad”.

El agua, derecho humano

“Del agua depende todo, y en Misiones su permanencia está directamente ligada con la conservación del monte”, enfatizó Claudio Salvador. “Los indígenas dicen que el agua es la sangre de nuestros antepasados; como la circulación de la sangre: si se interrumpe se perjudica todo el sistema de vida, no solo la vida humana sino todas las formas de vida”, ilustró.

Sobre el tema, Aramendy expresó que “los Estados tienen la obligación de suministrar el acceso en cantidad y calidad a la población, y para garantizar eso es preciso hacer realidad el Corredor Verde, creado para conservar un millón de hectáreas de Selva”.

En tanto, Leandro Sánchez subrayó: “Es esencial para todas las formas de vida y para el sector productivo, donde además hay que atender el proceso de erosión del suelo para evitar ir hacia una desertificación”. Y agregó: “Su disminución ya se hace notar, está faltando agua en muchos lugares y debemos decir que la comercialización de la misma no genera la solución para la población”.

Unidad de sectores y ciudadanía

«Seguimos dando pasos en los que reafirmamos la unidad de los diferentes sectores sociales en la construcción de un nuevo esquema productivo, amigable con la naturaleza y respetuoso del saber popular, sobre todo del ancestral y en una clara apuesta a otra Misiones, porque de seguir así, los bienes naturales se agotarán y no será posible siquiera tomar agua en buenas condiciones mucho menos producir alimentos para auto consumo”, advirtió Bregagnolo, al tiempo que invitó “a la cidadanía a que se informe, instruya y se sume a esta sana rebeldía que planteamos».