Según Came, la escasez de trabajadores rurales ocasionó que producciones como la cereza, las frutas de carozo, el ajo, el tabaco, la vid, los cítricos, entre otras, hayan sufrido una baja en la productividad
La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came) alertó en un comunicado que la falta de trabajadores rurales ya generó pérdidas de cosechas en varias economías regionales del país. La entidad le pidió una audiencia al ministro de Agricultura, Luis Basterra, que “no fue atendida pese a la gravedad del problema”. En Came sostienen que los productores mencionan que los planes sociales desincentivan las tareas que requieren las economías regionales.
“Al momento, la falta de trabajadores rurales ocasionó que producciones como la cereza, las frutas de carozo, el ajo, el tabaco, la vid, los cítricos, las pomáceas, el té y el olivo, entre otras, hayan sufrido una baja en la productividad, una elevación de costos e, inevitablemente, una disminución de rentabilidad”, señaló.
“Los pequeños y medianos empresarios agropecuarios aseguran que los planes y programas de asistencia social desincentivan a los beneficiarios a aceptar un empleo registrado, ya que el ‘blanqueo’ implica la baja automática de los beneficios. El ‘Plan Empalme’ jamás funcionó, entonces, tras finalizar la relación de dependencia, pueden pasar dos o tres meses hasta que vuelven a cobrar la asistencia social”, agregó.
La organización remarcó que no cuestiona las ayudas del Estado, peo destaca que no deberían ser “un escollo” para el desempeño de la actividad. “Los trabajadores nos transmiten su miedo a perder la ayuda estatal si los registramos y prefieren no asumir el riesgo, ya que es la única fuente de ingresos que tienen. Nosotros necesitamos mano de obra y por eso solicitamos compatibilizar los planes y programas sociales con el empleo registrado, de forma tal que puedan seguir cobrándolos pese a estar en blanco”, expresó Eduardo Rodríguez, presidente de Economías Regionales de Came.
En este contexto, reclaman una intervención del Estado. “Es paradójico que, por un lado, el Gobierno quiera combatir la evasión y la informalidad; y por el otro nos coloque en esta encrucijada”, indicó Rodríguez.
La entidad precisó que “los productores deben decidir entre perder parte de la cosecha o bien contratar trabajadores en negro, fomentando la industria del juicio y arriesgándose a recibir una sanción por empleo no registrado. Sea cual sea la opción elegida, los riesgos son altos”.
Empleo
Para tener una dimensión de la mano de obra necesaria, las economías regionales emplean cerca del 70% de la mano de obra rural, con unos 625.000 trabajadores temporarios en cosecha.
“Si bien a principios de enero de este año desde Came habían hecho público el reclamo, nadie lo escuchó y ya perdieron buena parte de sus cosechas. Además, la entidad solicitó una audiencia con carácter urgente al ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Luis Basterra, pero aún no fue atendida pese a la gravedad del problema, que atenta contra el normal desempeño de la actividad productiva”, expresó la organización.
“El problema de no conseguir mano de obra es que la productividad baja, los costos se elevan y la rentabilidad de los productores cae. Para solucionarlo, se tienen que involucrar los cuatro ministerios: Agricultura, Producción, Economía y Trabajo. Pero son muy pocos a los que de verdad les interesa lo que pasa en el campo”, Finalizó
Fuente: La NACIÓN