Esta innovadora solución constructiva y totalmente sustentable, que le agrega valor a un subproducto forestal, la lleva adelante la empresa SIMACON, la primera en Latinoamérica que logró escala comercial sustituir el poliestileno expandido (tergopor) en sistemas de construcción por fibras de madera mineralizada.
Cabe destacar el gran compromiso de este emprendiendo en relación a la sustentabilidad ambiental.
Utilizamos las coníferas que son un recurso renovable. A través de eso logramos materiales de construcción que tienen una captación del dióxido de carbono positiva. Significa que almacenamos más dióxido de carbono del que emitimos en el proceso de los materiales compuestos de hormigón y fibras de madera mineralizadas”, manifestó Darío Cordes, uno de los tres socios de la empresa SIMACON.
La experiencia de esta empresa, ubicada en El Alcázar (Misiones), se basa en Tecnología Europea adaptada a las necesidades del mercado local. La tecnología ICF con fibras mineralizadas se está usando en países como Alemania, Austria, Suiza, Italia, Canadá, Inglaterra y Australia desde más de 40 años con gran éxito por su alta resistencia estructural, su excelente comportamiento como aislante y longevidad.
Las principales ventajas de los módulos de fibra de madera mineralizada son las siguientes:
– Alta resistencia a la intemperie
– Baja inflamabilidad (Ignífugo)
– Resistente a hongos, insectos y roedores
– No emite compuestos orgánicos volátiles
– No permite humedad ascendente
– Bajo peso volumétrico
– Alta ductilidad
– Baja conductividad térmica
– Excelente aislación acústica
– Fácil de perforar y clavar
Las viviendas, locales, galpones, piletas, etc.; construidas con este material son sostenibles, colaboran en el cuidado del medioambiente y permiten ahorrar energía por su gran capacidad de aislamiento térmico.