La tolerancia cero de alcohol para manejar, que el Senado convirtió en ley el mes pasado, se promulgó este miércoles con la publicación en el Boletín Oficial. Y aunque es una norma nacional, no tiene la misma vigencia en todo el país.
En principio, la regulación se aplicará en las rutas nacionales, en donde tiene jurisdicción la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), que impulsó el proyecto en el Congreso, con el apoyo de las organizaciones de familiares de víctimas. Además, ya había 13 provincias y al menos 50 municipios que habían bajado la tolerancia a cero.
Se trata de Córdoba, Entre Ríos, Jujuy, Río Negro, Salta, Santa Cruz, Tierra del Fuego, Tucumán, Buenos Aires, La Pampa, Chubut, La Rioja y Chaco. Y entre los municipios se destacan Mar del Plata, Santa Fe, Rosario, Posadas, Tigre y Ezeiza.
La ley se promulgó a través del decreto 254/2023, firmado por el presidente Alberto Fernández; el jefe de Gabinete, Agustín Rossi; y el ministro de Transporte, Diego Giuliano. Se trata de la ley 27.714, que modifica la 24.449 al sustituir el inciso A del artículo 48, en el que suma la prohibición de conducir «cualquier tipo de vehículos con una alcoholemia superior a cero (0) miligramos por litro de sangre».
«Ahora debemos redoblar esfuerzos y continuar trabajando junto a las provincias y municipios para que tengamos rutas y calles sin alcohol entre los conductores», dijo Pablo Martínez Carignano, director ejecutivo de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV).
Además, agregó que la Agencia reforzará la realización de operativos de control y trabajará junto a las fuerzas federales de seguridad «para que se cumpla efectivamente la nueva ley y estará a disposición de las distintas jurisdicciones con el aporte de alcoholímetros».
Preguntas y respuestas
Aunque se trata de una ley nacional, no es de aplicación obligatoria en provincias y municipios. Por eso, es necesario aclarar algunos puntos que pueden generar confusiones con respecto a la aplicación de la ley de tolerancia cero.
Como primera medida, las provincias deben adherirse a la ley, aunque tienen la potestad de no hacerlo. Por eso, en aquellos distritos que opten por mantener sus normativas propias la nueva regulación regirá solo en las rutas nacionales.
Qué pasará por ejemplo en Mendoza, una provincia que ya anunció que no se sumará a la nueva ley. Según las fuentes consultadas por Clarín, podrán hacerse controles a través, por ejemplo, de Gendarmería Nacional en la ruta 7, que atraviesa la Provincia.
Sin embargo, como la autoridad de aplicación, es decir, quien fija las sanciones y lleva adelante las causas y las multas, es cada distrito, en caso de que se labren actas se tramitarán en los juzgados de faltas de los municipios mendocinos con los que Gendarmería Nacional, a cargo de los controles, y la ANSV, tengan convenio.
En el caso de Mendoza, Clarín pudo saber que los controles se harán en los municipios que tienen tolerancia cero, que por ahora son cuatro: La Paz, Las Heras, Luján de Cuyo y Tupungato.
Diferente es el caso de la Provincia de Buenos Aires, en donde la ley de tolerancia cero se aprobó en diciembre del año pasado y comenzó a regir durante el verano.
Aunque ya había municipios clave como Mar del Plata, que habían aplicado su propia regulación, con la nueva norma ya no hay lugar a dudas. Es decir, los distritos pueden aumentar las restricciones, como ocurrió con los que optaron por la tolerancia cero antes de la aprobación de la ley provincial. Pero el proyecto provincial no habilita a los municipios a establecer regulaciones menos duras.
Diferente es el caso de la Ciudad de Buenos Aires, que mantiene firme su postura de no adherir a la ley nacional. En el Gobierno porteño sostienen que el año pasado se endurecieron las penas con la retención de las licencias, de entre 2 meses y 2 años, a quienes superan 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre que rige como límite para conductores particulares.
Como argumento también esgrimen que se hacen 370.000 controles al año y que la positividad bajó de 5% a 1,5%.
Quienes sí tienen tolerancia cero en Capital son los conductores principiantes durante los primeros dos años de vigencia de la licencia, y los profesionales que manejan vehículos de transporte de pasajeros o cargas. Para motociclistas el límite permitido es 0,2, mientras que para acompañantes es 0,5.