Hoy me tengo que ir, mi amor
Recuérdame
No llores, por favor
Te llevo en mi corazón
Y cerca me tendrás
A solas, yo te cantaré
Soñando en regresar. (Película Coco)
Recordar en su origen es una palabra del Latín que involucra al corazón
Re, significa repetición, volver a hacer algo
Cordari, tiene su raíz en cardio (corazón).
En definitiva, recordar es volver a pasar algo, pero no por la cabeza sino por el corazón.
Cada vez que surge un arco iris la Biblia nos enseña que el mismo Dios recuerda el pacto que hizo con Noé luego del diluvio.
Cuando yo cubra la tierra de nubes, y en ellas aparezca el arco iris, me acordaré del pacto que he establecido con ustedes y con todos los seres vivientes. Nunca más las aguas se convertirán en un diluvio para destruir a todos los mortales. (Génesis 9:14-15).
Era mandato de Dios que su palabra sea repetida por los padres a los hijos de manera constante, para que esas enseñanzas se grabaran en el corazón de los hijos, y estas estuvieran siempre presentes para que en cada situación que le toque atravesar sepan cual es la manera correcta de actuar conforme a las enseñanzas y principios que agradan a Dios.
El apóstol Pablo no era el padre biológico de Timoteo pero le escribía y le aconsejaba como si lo fuera:
a mi querido hijo Timoteo:
Al recordarte de día y de noche en mis oraciones, siempre doy gracias a Dios, a quien sirvo con una conciencia limpia como lo hicieron mis antepasados. Y, al acordarme de tus lágrimas, anhelo verte para llenarme de alegría. Traigo a la memoria tu fe sincera…
En tan solo unos versículos Pablo trae a su memoria el recuerdo de ese joven que se destacaba por tener una FE SINCERA, una fe en Cristo su salvador, una fe sin engaños, sin adornos propios de la religión, una fe que compartía con el mismo apóstol, que aseguraba, Yo se en quien he creído. O con el centurión romano, del cual Jesús dijo que nadie en todo Israel tenía una fe como la suya, o como de Natanael de quien Jesús dijo con tan solo verlo, He aquí un verdadero israelita en quien no hay engaños.
En el siguiente cap. Pablo recomienda a Timoteo
No dejes de recordar a Jesucristo, descendiente de, David, levantado de entre los muertos. Este es mi evangelio.
La verdadera fe del cristiano es el evangelio como lo predicaba Pablo: Jesucristo hijo de David que murió en la Cruz y fue levantado de entre los muertos, para que nosotros recibamos el perdón de nuestros pecados por pura gracia, y alcancemos una inmerecida salvación.
Todo lo demás son disfraces.
Este mensaje es digno de crédito:
Si morimos con él,
también viviremos con él;
si resistimos,
también reinaremos con él.
Si lo negamos,
también él nos negará;
si somos infieles,
él sigue siendo fiel,
ya que no puede negarse a sí mismo.
No dejes de recordarles esto.