En lo que va del mes, Gendarmería incautó 16 rodados que habían sido sustraídos en distintos puntos del país y que eran utilizados para actividades ilícitas como contrabando, narcotráfico y lavado de dinero. El robo de automotores está vinculado a grupos organizados que los comercializan o los emplean como medios de movilidad para sus fines delictivos.
El robo de automotores, independientemente del daño e inconveniencia que genera a sus propietarios, en la mayoría de los casos está vinculado a actividades delictivas que son perpetradas a posterior, y en las cuales son utilizados como medios de movilidad. Con frecuencia, grupos organizados se ocupan del robo, adquisición y comercio de vehículos robados como una forma de obtener beneficios con pocos riesgos, utilizando los fondos obtenidos para financiar o llevar a cabo otras actividades como el tráfico de mercadería de contrabando, estupefacientes o armas.
Generalmente, estos rodados circulan con chapas patente previamente sustraídas a otros de similares características, en una modalidad que comúnmente se conoce como “autos mellizos”, cuya finalidad es la de no ser detectados si se consultan antecedentes sobre la patente colocada. Asimismo, otras prácticas incluyen documentación adulterada o apócrifa, sin las medidas de seguridad correspondientes, numeración de chasis y motor “limadas”, entre otras.
Si su vehículo es robado debe realizar la denuncia en forma inmediata. Los delincuentes, una vez que el automóvil es sustraído, lo dejan “enfriar” unos días. Esto es par saber si se están haciendo esfuerzos para localizarlo y si se dio aviso a las Fuerzas de Seguridad, con el fin de interpretar si pueden circular con él sin llamar la atención y ser detenidos en consecuencia.
En la práctica, y tomando como ejemplo el mes en curso, integrantes de la Fuerza Federal procedieron al secuestro de 16 motovehículos, los cuales eran utilizados para actividades de contrabando de cigarrillos, traslado de estupefacientes y tráfico de divisas. Estos operativos se realizaron dentro de las provincias de Corrientes y Misiones, donde Gendarmería Nacional tiene una fuerte presencia para combatir el delito transnacional.