Elsa Olmedo es maestra de grado, esposa, madre y abuela. Actualmente se desempeña como directora de la Escuela Provincial N-º413, con 32 años de trayectoria en la docencia. Para ella “ser docente es contribuir al cambio. Es construir una sociedad con valores»
Desde niña le gustaba jugar a enseñar a las muñecas y su mamá la inspiró a realizar sus sueños. Se recibió en la Escuela Normal Superior N° 9 de la ciudad de Wanda en el año 1990 y desde entonces trabajó en diferentes escuelas de la provincia. Su primer destino fue la escuela número 756 de Puerto Esperanza, luego fue designada en la escuela número 511 como maestra del grado y al poco tiempo asumió el cargo de directora interventora, que ejerció hasta el año 2005. En el año 2013 asumió como directora de la escuela número 413, función que sigue desempeñando hasta hoy en día.
«Cuando ingresé a la docencia me di cuenta del gran desafío que implicaba, pero también de la satisfacción de ver crecer a los alumnos y ayudarlos a desarrollar su potencial» expresó Elsa.
Entre las innumerables anécdotas, recordó con cariño sus experiencias en diferentes escuelas, especialmente en una rural donde trabajó en su primer año. «Con los alumnitos vendíamos el famoso ‘picolé’ y uno de los chicos compró por primera vez. Cuando tocó el timbre del recreo lo guardó en su mochila para el próximo recreo. Después de eso me llamó “mae, mae se derritió mi picolé» recordó con una sonrisa.
«La docencia es vocación y un gran desafío»
Elsa afirmó que ser docentes va más allá de un trabajo, del título o cargo, y tampoco se agota en la vocación. Es la elección de una forma de vida que se asume desde la labor diaria “La sociedad ya no valora como antes la figura del docente, pero ante esta situación elegimos ser docentes buenos, regulares o excelentes, pero dando día a día lo mejor que tenemos para contribuir a la formación integral de nuestros alumnos” manifestó.
Sobre el rol del docente en la actualidad, aseguró que «Es una vocación que implica un gran desafío y una gran responsabilidad» y animó a sus colegas a asumir la enseñanza con respeto, entusiasmo y amor «Los chicos esperan todo del docente y nosotros debemos motivarlos, incentivarlos y potenciar el saber que tienen» sostuvo.
Para finalizar, Elsa dejó un mensaje para todos los docentes en su día “Quiero que celebren esta profesión con el corazón lleno de felicidad, del deber cumplido, y que sepan el gran valor que tienen en la sociedad. Un maestro es sembrador de eternidad, es una elección de vida que se asume con el corazón y sobrelleva todo lo que ésta labor indica: exigencias, renunciamientos, frustraciones, agotamiento pero también muchas satisfacciones, porque todo se deja a un lado cuando se ingresa a un aula y se trata de dar lo mejor”