Nuevamente, vecinos de la ciudad se hicieron presentes en el edificio de la Cooperativa de Electricidad reclamando la sobrefacturación en los servicios.
En esta oportunidad, una mujer se encadenó en las puertas de la identidad exigiendo una respuesta. Según indicó, en los últimos dos años realiza reclamos porque los montos de la facturación no coinciden con su consumo, aludiendo que su hija tiene epilepsia crónica y no puede pagar los altos costos. «Primero fue 600 pesos, después 1000 y por último 1800 pesos» expresó.
Además agregó que permanecerá allí hasta recibir una solución.