Luis Franco, de 27 años, fue el segundo paciente diagnosticado con Covid-19 en la provincia. Tras estar internado 46 días, el joven recibió el alta definitiva el pasado 15 de mayo y hoy ya se encuentra nuevamente en su hogar.
«Para mí fue mucho. No es fácil un encierro de mucho tiempo y lejos de mi familia. Volví a nacer, para mí fue un milagro de Dios» De esta manera resumió Luis su experiencia, después de pasar un mes y medio aislado, lejos de su familia.
Antes de ser diagnosticado con Covid-19, el joven trabajaba en la boletería de una empresa de colectivos. Según relató, la mayoría de los pasajeros con los que trató antes de presentar los síntomas, eran personas provenientes de otras provincias, como Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba, lugares donde ya se había confirmados casos positivos de coronavirus.
Luis comenzó a presentar dolores de cabeza que iban en aumento, y ante la sospecha de ser portador del virus, decidió presentarse en el hospital para no poner en riesgo a su familia.
Al enterarse que los resultados de los análisis dieron positivo para Covid-19 expresó que se le cruzaron varios sentimientos «Sentí una pequeña soledad que me largué a llorar. Lloré mucho, creo que somos de carne y hueso. Para mi fue algo muy chocante»
Días después de recibir esta noticia, Luis se enteró que su mamá fue disgnósticada con Covid-19, lo que singificó otro golpe anímico importante «Más me debilitó en lo sentimental. Para mi fue otro golpe porque mi mamá tiene diabetes y es hipertensa»
Finalmente, Miriam y Luis vencieron al Coronavirus y hoy forman parte de los 24 pacientes recuperados en la provincia.
Aferrado a la fe en Dios, Luis hoy disfruta junto a su familia «Esto te enseña a valorar muchas cosas, como la familia. Sentí la necesidad de levantar mi rostro. La única salida como digo, si el día de mañana le llega a tocar a alguien, es levantar el rostro y clamar a Dios»